BATMAN Y ROBIN

ARGUMENTO

Un nuevo enemigo ha desatado un frente frío de crimen sobre la atribulada metrópolis. Y una vez más, los ciudadanos recurren a su única esperanza, su solitario guardián nocturno, para que la libere de las heladas garras del crimen. Llamado por la brillante luna de la Bat-Señal suspendida sobre el cielo nocturno, Batman sale zumbando de la Bat-cueva reconstruida en un elegante y remodelado Bat-móvil en dirección a la ciudad.

CRITICA

Como no podía ser de otra forma, y siguiendo la patente línea de acercamiento al cómic que los creadores del cinematográfico (Batman) están dirigiendo, esta nueva entrega gana aún más en colorido y vitalismo situando a los personajes en una ciudad de Gotham cada vez menos protagonista. Sin embargo, se mantiene el tono del cómic y hasta la estructura básica de simple 'episodio'. Al contrario que en otras ocasiones, donde los enemigos del héroe se prometían puntuales, Schwarzenegger da vida a un personaje numerado: un nuevo escalón en el mal que acecha a la ciudad, ni el primero, ni el último, ni siquiera el más peligroso de todos. Y es que, a pesar de la voluptuosidad de su traje y la complejidad de sus formas, dentro se esconde, por vez primera, un personaje con sentimientos. Ese es, quizá, el gran cambio de rumbo en el perfilado de los nuevos personajes.

Del mismo modo cómo el enemigo se ha debilitado por la añadidura de los sentimientos humanos, (Batman y Robin) sufren una humanización... Por vez primera vemos a (Batman y Robin) en situaciones de inestabilidad interna. Incluso el enigmático mayordomo, impasible y fiel en la saga de Batman, tiene que enfrentarse con su propia muerte. ¿ Mayor humanización ?. Quizá parte de esta humanización venga inspirada, además, por las acostumbradas ironías de George Clooney, el único actor capaz de dar noticias terribles y ver morir a sus más íntimos amigos con una facial sonrisa pícara. No sé si eso es lo que entiende Clooney por 'interpretar', pero (Batman) se ha enriquecido a partir de las sarcásticas sonrisas del actor y de su particular manera de manejar las situaciones sentimentales: con total pasividad.

Volvemos a nuestro 'malo', el malo más bueno y más ingenuo de la historia de (Batman) en el Cine. De hecho, la causa de su mal es la búsqueda del bien interior, de la recuperación de la felicidad y la búsqueda de la satisfacción de su piedad. Si nuestro (Sr. Frío) actúa incluso buscando la forma de chantajear a la ciudad de Gotham, no es si no por el bien de su preciosa esposa, que se encuentra congelada esperando a que su helado y científico esposo encuentre cura para su enfermedad mortal. Y si termina deseando el mal, el supremo frío y la congelación definitiva de toda la ciudad de Gotham, no es si no porque está siendo guiado por las femeninas artes de (Poison Ivy),(hiedra venenosa) el personaje de Uma Thurman. Al contrario que en personajes como el Joker de Nicholson o el exageradamente vitalista Jim Carrey en otras entregas, cuyo causa de maldad es puramente gratuita y artificial, el (Sr. Frío) es un personaje que sufre por la enfermedad de su esposa, y por el modo cómo tiene que vivir: buscando el frío para sobrevivir. En el fondo, su personaje inspira lástima y evaluamos su causa como perdida y además loable, lo cual no se combina bien con un enemigo despiadado. La última escena de lucha de la película, en el momento en que nuestro enemigo está en manos de (Batman,) sufre su gran confesión de humanismo y honesta sinceridad. Toda su maldad se delega en Poison Ivy, y el gran y helado Sr. Frío se convierte en nuestras narices en un agradable gran señor, cuya causa, ahora sí, se desarrollará por sí misma y con su ayuda en el plano del Bien. Sin duda, este puede ser el gran cambio acontecido en el perfil psicológico de los personajes.

A (Batman), a lo largo de la saga, se le habían presentado multitud de problemas directamente salidos de las oscuras y recónditas mentes imaginativas de los guionistas a modo de retos. Con lo que jamás se había tenido que enfrentar era con la Bondad de sí mismo, los sentimientos más internos que forman su intimidad: los grandes problemas que se le habían presentado a nuestro héroe se habían mantenido fuera de su Batcueva. En esta entrega, la maldad, la mala suerte o... la Ley de Vida que se procura recordar en afán conformista en estos casos, se cuela hasta lo más hondo de su personalidad. Si nuestro personaje nos comenta explícitamente que no es de los que se casa (rechazando a su intolerable rubia... en manos de Elle McPherson), sí acaba confesando su amor por su criado, quien cae en las garras de la enfermedad que ya hizo sufrir a la esposa del (Sr. Frío). Estos problemas internos, junto con una rivalidad patente, tristemente desarrollada y resuelta casi por casualidad, nos presenta la nueva cara de Batman: Clooney.

Pero la gran fuente de abigarrados pero vivos colores que ilumina Gotham y casi toda la película, son el par de féminas introducidas. La primera, se sale; la segunda, más valiera que saliera por donde ha llegado. Si Uma Thurman ha creado un memorable gran personaje femenino, (Alicia Silverstone) le ha quitado protagonismo a Chris O'Donnell (Robin) para dárselo a un personaje plano, de más. La nueva (Batgirl,) simplemente, sobra. Si en la película Robin se queja de la falta de protagonismo que tiene formando parte de un dúo con Batman, termina la película repartiendo aún más la limitada relevancia de su personaje con (Batgirl). Y lo peor, es que no merece la pena. (Batgirl) no hace si no lo mismo que (Robin). Ni siquiera incorpora nuevos bat-artilugios acordes con su personalidad (introducir un personaje femenino en un grupo de héroes podría haber sido explotado de forma que enriqueciera al ya formado dúo, en lugar de que éste sea el que elimine de ella todo cuanto la hace diferente).

Como decía, Uma Thurman da vida a la verdadera fuente de maldad de la película. Dando vida a un personaje que bien pudiera describirse como la Caperucita Verde de un gran bosque que ella llama la Madre Naturaleza, inspira la rabia y el orgullo suficiente para dirigir el potencial del (Sr.Frío) en contra de la Humanidad. La parte más acertada es la manera cómo (Poison Ivy) ha sido rodada: Uma Thurman está guapísima en su abanico de vegetarianos colores, terriblemente femenina y haciendo de Poison el más atractivo de los personajes. Incluso sus líneas de guión son las más discretas y más acordes. Poison no es ingenua... como el (Sr. Frío), y sus artes son sibilinas y mágicas. No es casualidad que Ivy suene como 'Eva', la primera mujer de la Historia, la madre naturaleza, la que 'engañó' a nuestro Adán, el (Sr. Frío). A esta similitud recurre incluso Schwarzenegger cuando muerde la manzana de Ivy.

La grandeza visual de derecho histórico que formaba parte del estilo y la presentación de la saga, en esta entrega, se ha centrado en la adaptación fotográfica de Schwarzenegger. El (Sr. Frío) será de todo, pero junto con (Poison Ivy), han sido los mejores fotografiados. Cuesta reconocer al actor dentro de su traje de frío... pero las tomas que cuentan con su presencia son las más características de todo el filme. Aunque la fotografía de Poison es tan buena y tan característica como la del Sr. Frío, no distorsiona tanto el personaje: hereda toda la personalidad de Uma. De algún modo, muchas de las escenas de Poison recuerdan a las de la Mia Wallace de Pulp Fiction, quizá su interpretación más seductora.

Uno de los planos más deficientes conforme a lo esperado es el de la presentación de Gotham. La diseñadora de producción, Barbara Ling, se había jactado de un impresionante trabajo para crear una mejor ciudad de Gotham, más grande, más impactante... y más protagonista. Sin dudar de que ese trabajo se dio, no se ha sabido plasmar como merecía. En cierto modo, se ha perdido mucha de la uniformidad de su apariencia. A los edificios les han robado su protagonismo. Incluso la personalidad de la ciudad, es decir, la interacción de los ciudadanos de Gotham, sus ideas, sus opciones políticas, etc. que en otras ocasiones habían fijado el modo cómo Batman debía actuar, ha quedado censurado; y la única apariencia de multitud que se nos ofrece es la de la alta sociedad y la de unos periodistas de lo más comunes. La película se centra en exceso en los personajes héroes y los antihéroes olvidando la relevancia de los que dan sentido a sus heroicidades.

Por tanto, esta entrega, con mayor tono episódico que ninguna otra de la saga, puede ser una bisagra para alterar aún más los perfiles internos de los personajes en virtud de un humanismo general que mancha a todo el mundo y transforma incluso a los enemigos. Dos grandes cambios: inclusión de inestabilidad interna y de sentimientos humanos en los aparentemente enemigos de la ciudad; y un moderado sarcasmo por parte del Nuevo Batman: George Clooney, que cada día, interpretando, se parece más a sí mismo. En general, un capítulo más, a su manera, para los seguidores de la saga.

Y si aún queréis ver otro capitulo de BATMAN, preparaos porque tengo los RUMORES más actuales de LA 5ª película.

 

Foro de Batman (con muy buenas biografías) ¡Recomendado!