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EPISODIO I

LA AMENAZA FANTASMA

Hacía ya 15 años que los cines no escuchaban el sonido de las espadas de luz chocando entre sí, que no ven a los caballeros Jedi luchando por la paz del universo, y estas son cosas que verdaderamente se echan de menos.

Los seguidores de la trilogía más famosa del mundo (con permiso de Coppola y sus "PADRINOS") no se imaginaban cuando vieron la primera película que no sólo iba a convertirse en la segunda producción más taquillera de la historia, sino que además iba a iniciar una saga que conquistaría la imaginación de varias generaciones de espectadores durante las siguientes décadas......

 

SEIS PELICULAS, UNA HISTORIA

George Lucas, su creador y director, prosiguió la serie con dos títulos más: El imperio contraataca y El retorno de Jedi, comentando siempre que tales largometrajes conformaban un proyecto global de nueve films de los que aquellos integraban la segunda trilogía. Hace poco George Lucas presentó el primer capítulo LA AMENAZA FANTASMA, confirmando que es la primera entrega de la primera trilogía, y a su vez negando que tenga la intención de alargar la historia más allá de El retorno de Jedi. <<Cuando la gente vea las seis películas seguidas, entenderán que no hay nada más que decir>>.

Por supuesto, el director de American Graffiti tiene en mente los argumentos de los próximos capítulos, algo que resulta evidente después de ver LA AMENAZA FANTASMA, título que no dista en absoluto del tono ligero, aventurro y, hasta cierto punto, infantil (en el buen sentido de la palabra) de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS. Personajes claves de la serie como Obi-Wan Kenoby y Anakin Skywalker intervienen en el relato sin destacar en exceso, a la espera de que en futuras entregas su relación pasa de la de maestro/discípulo a la de enemigos irreconciliables y se convierta en el eje de la historia. De este modo, el protagonista verdadero de LA AMENAZA es Qui-Gon Jinn, Maestro Jedi y tutor de Kenobi, que descubre a Skywalker de niño y lo acoge bajo su tutela.

CON LA BOCA ABIERTA

La amenaza fantasma es, simplemente, un gran película. No es, ni pretende ser, una película perfecta. Pero sus defectos quedan eclipsados por varios elementos que hacen de ella una de las experiencias cinematográficas más satisfactorias del año. En primero lugar, Lucas imprime un ritmo que no decae a lo largo de las más de dos horas de proyección, en el que se alcanzan dos clímax igual de sensacionales: la carrera en Tatooine (inspirada en los story boards de BEN-HUR y en la que merecen destacarse la fauna variada de monstruos que la adornan y su sorprendente sentido del humor: atención a Jabba el Hutt muriéndose de aburrimiento, a los dos cronistas que relatan los avances de la prueba que enfrenta a Anakin Skywalker con Sebulba) y el montaje intercalado de las cuatro secuencias de acción finales: la que enfrenta a los Gungan con las tropas de la Federación, Dath Maul contra Obi-Wan y Qui-Gon, la batalla espacial con Anakin tripulando una nave y el asalto del ejército de la reina Amidala a los ocupantes de su palacio.

Pero es en los pequeños detalles, cómicos y dramáticos, en las piruetas visuales y en la presencia de los actores donde LA AMENAZA FANTASMA consigue dejar al espectador con la boca abierta: la aparición de Sebulba atacando a Jar Jar (que demuestra la perfección de los efectos visuales desarrollados exclusivamente para la película) la mirada dramática de Shmi a su hijo Anakin cuando se despiden (espléndidos Pernilla Aungust y Jake Lloyd), el intento de Qui-Gon de utilizar infructuosamente sus dotes de Jedi para convencer a Watto de cederle piezas de recambio para su nave, la inocente pregunta de Anakin a una (supuesta) delegada de la reina: "żEres un ángel?" que le gana su amistad y corazón, y la presencia dominante de Liam Neeson en instantes como cuando le advierte a Anakin, "siente, no pienses". LA AMENAZA FANTASMA es el preámbulo a una historia en la que la maldad y lo siniestro nos darán las claves de una serie cinematográfica (la mejor en su género) única en su concepción. Como aperitivo no se le puede pedir más.

 

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