El caso de John Carpenter es ciertamente curioso. Porque uno no hace más que preguntarse como puede ser posible que un realizador con legiones de fans en todo el mundo y reconocido como uno de los grandes por la crítica de países como Francia o España -en el país galo la prestigiosa revista Cahiers du Cinema le considera poco más que un maestro, cosa que suscribimos- no vea como la taquilla le acompaña. Sus películas no dan demasiado dinero ni los aficionados al cine acuden en masa para ver sus films. Aunque él siempre se ha mantenido fiel a sus principios, al tipo de cine que le gusta, al género al que ha dedicado toda su carrera como director: el fantástico.
Carpenter nació el 16 de enero de 1948 en Carthage (Nueva York), y ya desde joven su pasión por el cine fantástico le llevó a realizar cortos en 8mm con títulos tan curiosos como 'Gorgon The Space Monster', basándose en películas como 'El enigma de otro mundo', de la cual años más tarde realizaría un remake infinitamente superior a su precedente ('La cosa'). Después de estudiar cine en la universidad de Southern California y ganar en 1970 nada más ni nada menos que un Oscar al mejor corto por 'La resurrección de Bronco Billy', en 1974 sacó adelante su primera película, 'Dark Star'. Se trataba del proyecto de final de carrera que hizo junto a su amigo Dan O'Bannon, que posteriomente haría guiones como el de 'Alien'. Se trataba de una comedia ambientada en el espacio que les costó 60.000 dólares. Su segunda película fue 'Asalto a la comisaría del distrito 13',
un tributo a 'Río Bravo', una de las mejores películas de uno de sus directores favoritos, Howard Hawks. Con el tiempo la cinta de Carpenter se ha convertido en un film de culto que mantiene la tensión y el ritmo durante todo el metraje. Pero la consagración del gran maestro llegaría con su film tal vez más conocido y a la vez más taquillero: "La noche de Halloween"'
La historia de la canguro aterrorizada por un maníaco homicida ha pasado ya a la historia porque fue la que inauguró la moda del psycho-killer con Michael Myers. La música de Carpenter para el film todavía es recordada -sabido es que compone la música de sus películas a excepción de 'La cosa'-, y además aquí trabajó por primera vez con Donald Pleasence, uno de sus actores fetiche, junto a Kurt Russell, con el que trabajaría en su siguiente film, 'Elvis' (1979), un telefilm que no era más que la biografía del cantante, y tal vez su única incursión en un género que fuera el fantástico.
Su siguiente película fue 'La niebla' (1980), una extraordinaria película protagonizada por Jamie Lee Curtis, la madre de ésta, Janet Leigh y su compañera por aquella época, Adrienne Barbeau. Narrada en forma de cuento por el gran John Houseman, destacó por el crescendo en el ritmo y el aura misteriosa que envolvía todo el film, y sin duda ha pasado a la historia del cine de terror, confirmándolo como el maestro contemporáneo del fantástico. Al año siguiente Carpenter acomete su película más arriesgada hasta ese momento: se trata de '1997: Rescate en Nueva York',
donde se narra la historia de un mercenario que es obligado a rescatar al presidente de los EE.UU, que después de un accidente de avión ha caido en la isla de Manhattan, convertida en una especie de prisión-destierro para los maleantes más malos del país. La ironía presente en todo el film y las composiones de Kurt Russell, Donald Pleasence y sobre todo el hierático Lee Van Cleef han hecho de ella un clásico contemporáneo que tuvo posteriormente una secuela aún más irónica y divertida: '2013: Rescate en L.A' (1996). Pero aún mejor es su siguiente película: 'La cosa',
que toma como referencia la película 'El enigma de otro mundo' de Christian Nyby y producida por Howard Hawks -malas lenguas dicen que el director fue Hawks-. Pero el resultado es algo totalmente diferente: este inquietante relato es de aquellos que corta la respiración desde el principio, con momentos francamente memorables, en especial allí donde aparece la criatura creada por el mago de los efectos especiales Rob Bottin.