El mítico imperio de Izmer está amenazado por el caos si la emperatriz Savina rechaza ceder su cetro al pérfido brujo Profion . Entre sortilegios y hechizos, dos ineptos ladronzuelos, Snails y Ridley , y una aprendiz de magase unen a la joven monarca en la lucha contra el mal.

Los participantes han sido escogidos y armados para la aventura. Los conjuros se han lanzado. Las mazmorras han sido diseñadas. El dragón aguarda. Que comience el juego. Y un cineasta debutante, Courtney Solomon, todo un fan del original Dugeons & Dragons, es el encargado de dirigir la partida. "Dugeons & Dragons me gustaba desde mi más tierna infancia, y mis amigos y yo pensábamos que sería una gran película, especialmente cuando films como En busca del Arca perdida estaban en plena acutalidad", explica Solomon, que a sus 30 años ha realizado su ópera prima y ha hecho realidad un sueño, que empezó nueve años antes. Fue entonces cuando empezó a llamar a la compañía propietaria de los derechos de juego: "Hice algunos amigos y me los trabajé durante un año y me dio tratando de que me dieran una oportunidad". Solomon consiguió una opción sobre los derechos, financiación de varios grupos inversores de Hong Kong y, finalmente, la confianza de Joel Silver. El resultado: Creía que no me dejarían dirigir el film, pero tras tantos años preparándome para el proyecto debieron creer que no era muy buena idea dárselo a otra persona, dice el joven director.